POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS...

Saludos habitantes de la otra Huévar.

Con la llegada de este mes, resuena, lánguida y serenamente, el tañir repetitivo y acompasado del campanario de nuestra Iglesia, que contempla tan impasivo e inerte como solemne, el pasar de nuestro tiempo, el deambular por nuestras calles, el devenir de nuestras vidas.
Tañen las campanas con un sonido grave y profundo, como las raíces que se hunden en estas tierras, con  un sonido algo bronco y a veces tosco, como el aire de los pueblos que se atreven a seguir siéndolo; tañen hora tras hora, marcando el diapasón de nuestro más ineludible e innegociable destino.
Giran las campanas vuelta tras vuelta, accionadas con el motor de una antigua lavadora que murió de sed, a merced de una bomba de agua taiwanesa averiada, y que resucitó en nuestra Iglesia para devolver la vida a la torre del campanario, para marcar cuatro veces por hora la exactitud de los días, para arropar la liturgia excelsa y estudiada del lenguaje canónico más sonoro, para anunciar a veces misa, a veces rezo, a veces boda,  para marcar otras veces como aldabón que trona al cielo, el final de alguna vida.
Por quién doblan las campanas? preguntamos al resonar en el ambiente con esa peculiar cadencia inconfudible, esos quintales de bronce vetustos y horadados, que esparcen repetitivamente el mensaje de funerales a las once y media o a las cinco.
Hoy os escribo así, porque esa banda sonora es tan solemne que no deja margen para la ausencia de inteligencia, no alberga lugar para la indiferencia, indica un solo camino cuesta abajo, donde habrá que escoger muy bien las palabras no para aliviar  el dolor, sencillamente para aligerar el incómodo silencio eternizante que se vive en la cola para el más sentido pésame. 
Hoy os escribo así también para que algunos visitantes del otro mundo, que siguen viniendo a adentrarse en nuestra otra Huévar, sigan teniendo presente que por desgracia para ellos no tengo un pelo de tonto, tengo los ojos más abiertos que nunca, por mucho que algunos me deseen lo contrario, y que gracias a eso, a tantas visitas, antes, solo estaba siempre en mi sitio, pero es que ahora estoy en todas partes...
Por quién doblan las campanas? Se preguntarán también ellos... Será por alguien de la otra Huévar? mejor que sí, un voto menos, que peligra el bollo... les gritará el estómago, mientras caminarán deseando que no sea uno de la familia que les arruine su anodina siesta con un  insulso entierro.
Aún así, ese aciago sonido envolvente encierra una sibilina trampa, que en ocasiones lúcidas me arrastra a la alegría. Alégrate, me digo, porque lo estás escuchando. Alégrate porque el día que lleven tu nombre no va a haber sonido que escuchar, ni pregunta que hacer, ni alegría de vivir.
Pero, y ese día que martirizan el descanso hora tras hora? Por quién doblan esa jornada luctuosa,  que todas las horas son fúnebres, los minutos obituarios, los cuartos decesos sin funeral preestablecido? Por quién doblan las campanas veinticuatro horas de luto?
Quizás sea solo ese día que puedes percibirlas y están sonando por nosotros. Este año a cada toque acompasado, imaginaba un motivo por el que vestirme de luto. Afrontaba una señal de pájaro de mal agüero, adivinaba un sentido para el sello fúnebre de cada sonido...
Y así, escuché el toque de difuntos por cada parado que ya no paga su hipoteca, sentí el tono como el del teléfono del banco cuando llama para decir los recibos que se adeudan, oí fuerte el toque de campanas fúnebres por los suspensos en la escuela, por ese negro panorama educativo que tenemos en esta tierra, por este desastre de colegio que padecemos en nuestra Huévar. Redoblaban las campanas por cada metro de patrimonio que se ha llevado el ladrillo, que nos han mangado por la cara con la excusa del urbanismo, que nos ha robado el PGOU y ahora resulta que nadie sabe donde han ido...
Doblaban las campanas por nosotros, por haberlo consentido. Doblaban por que te estaban matando, te lo habían advertido, y seguimos quietos aguantando en el mismo sitio. La crónica de la muerte anunciada del pseudoproyecto pseudosocialista( en cristiano, falso) escenificado en nuestro pueblo, por más sabida no ha resultado menos dolorosa, y nos quedan muchos años años de riguroso luto asociado a la mortal deuda que heredaremos, primero ,desde ya, después, cuando el pseudoalcalde (en cristiano, falso) cadáver político que nos malgobierna deje de serlo, sea cuando sea, seguiremos pagándola, pero cada uno en su sitio.
Por quien doblan las campanas? por lo que pudo ser y no ha sido.... Por esa oportunidad histórica que nos dieron los años de abundancia, por ese futuro que se ha enterrado entre favores agradecidos, entre falsedades teñidas de espectáculo gratuito, que se ha amortajado entre montañas de nóminas pagadas alegremente, entre montañas de nóminas impagadas amargamente...Por ese grotesco encubierto trueque Yo te doy trabajo, y tu me votas, amigo... Hasta que un día esto revienta y ya no cobras, y entonces, por quejarte, pasas a desagradecido.
Es mes de difuntos, de olor a castañas asadas, de otoño lento de hojas caídas y de amenaza de frío. Habrá para turrón? Pondremos el brasero? habrá para para pagar la luz o para antigua copa de cisco? 3 de 12... es lo que dice que os va a pagar para que no paséis frío. Y mucho ciudado con protestar, que cuando nieva es en enero... No vaya a ser que te hieles del todo. Si en el 2010 os ha hecho llorar, os vais a cagar en el 2011...
No se cúanto cobraréis, pero la brutal campaña de los 4 jinetes del apocalipsis reencarnados en propaganda electoral, bajo bandera y escudo defensor del PSOE de Huévar, con el objetivo de ocultar estos últimos 4 años vividos, va a ser de tal dimensión que creo que os vais a cagar seguro. Primero en todo, por lo escandalizador que va a suponer pensar de donde sale el dinero, después en alguno que intentará que dejes de ser desagradecido para que en mayo electoral seáis otra vez amigos...Y al final a lo mejor diarrea, por poder comprobar que después de tanta mierda otra vez han votado al mismo...Que después de tanto murmurar , se cagaron en los pantalones y lo dejaron donde mismo. 
Aún así, tener presente que esto que estoy vislumbrando no tiene que ser el destino. Esto que se está barruntando, nos quedan unos 200 días para poder darle un giro. No podemos burlar a la muerte, pero podemos esquivar a este tío, que bastante ya lo hemos padecido.
Y el año que viene, en noviembre,  cuando se vaya acercando el frío, cuando escuches sonar las campanas un día entero y tenerte en vilo, podrá ser por nosotros,  que no supimos espabilarnos y poner las cosas en su sitio, o a lo mejor resulta que al preguntarte cualquiera por quien doblan las campanas? que tú puedas contestarle: por quién va ser? Por el que se ya se ha ido....