EL INVENTARIO

Saludos vecinos de mi otra Huévar.

Cuando ahora en este cambiante y grisáceo otoño, me entretentengo en mis largos paseos, entre cafés y conversaciones, entre paragüas y relentes, entre la gente y las ausencias, analizo a este pueblo y a su entorno, a modo de disertación contemplativa y pensante de un vecinito de a pié, que quisiera a veces sentirse más despejado unas veces, más ignorante otras, incluso en ocasiones hasta os diría que casi más tonto todavía, para procurar ser feliz y poder conformarme con muy poco.

Pero no puedo…Intento combatir contra la tontura y la ignorancia endémica más que fomentada desde arriba, para mantenernos a todos los pobres con un miedo escénico permanente, para perpetuar la necesidad de favores, jugar con nuestra agonía de falta de recursos, y en definitiva, estrangular hasta el color morado nuestra desgracia y nuestras carencias, aprovecharse hasta el límite de nuestro desconocimento y poner a prueba día tras otro nuestra capacidad de aguante, y con todo ello ir limando sibilinamente la dignidad y la integridad humana de los pobres.

De eso se trata. Cualquier capacidad de mejora no les interesa, cualquier pequeño progreso que consigamos realizar por nuestros propios medios, supone un atentado contra su capacidad de poder y manejo, nuestra autosuficiencia liberadora les remite abiertamente la manumisión de esa esclavitud anudada a la falta de recursos, de formación, de información y de todas las verdades ocultas que tan bien son capaces de guardar, para seguir viviendo de nuestro total desconocimiento de las cosas.

Cómo cambiarían las cosas si de esa falta de información tuvieran la obligación, como en otras muchas parcelas de la vida, de presentar un balance de resultados al finalizar cada año, que tuvieran que mandarnos el estado general de cuentas,  que tuvieran que rendir explicaciones de todo lo dejado por hacer, arreglar, mediar y discernir.

Peor sería, si aquí en nuestro pueblo, tuvieran en este 2010 que hacer un INVENTARIO y mandar el resultado casa por casa, vecino por vecino, tanto que les gusta de cuando en cuando…… Recopilar todo,al detalle, al céntimo, contar una a una todas las cosas que quedan, y todas las cosas que han desaparecido. Todo lo que estaba cuando empezaron, y todo lo que volado sin conocer el destino. Si tuvieran que hacer recuento de lo que tenía Huévar cuando empezaron, y de lo que queda a fecha de este año que ya casi se ha ido. Si tuvieran que plasmar un recuento de todas las cosas que iban a hacer, y de todas las cosas que han suspendido. El capítulo más extenso recopilaría la memoria-resumen de todo lo engañado y que habían prometido, de todo el dinero gastado en vendernos cosas que al final ni han hecho ni tan siquiera han movido, tres libros-programa que nos dieron prometiendo 50 mil cosas y que han caído en el olvido, cuántos castillos en el aire para rebañar los votos de los que luego se han reído, alargada colección de promesas vacías promocionadas a bombo y platillo, pero que luego nadie ha visto por ningún sitio.

Pero esta tarea va ser divertida. No voy a enumerar uno por uno todo lo que en referencia a estas cosas se me ha ocurrido. Ellos en la vida van a hacer un INVENTARIO que presentarnos la verdad de todo lo acontecido. Pero lo vamos a hacer nosotros. A mis vecinos de la Otra Huévar, por primera vez os pongo deberes, os dejo la tarea en los comentarios, que vayáis recordando poco a poco todas las tomaduras de pelo que recordéis haber padecido, ir desgranando poco a poco todo aquello que os habéis quedando esperando verse realizar porque os lo habían prometido. Este INVENTARIO de despropósitos vamos a procurar que se rellene desde la memoria colectiva de todos, porque el inventario de medallas ha entrado muchas veces por el buzón de casa y la rendija de la puerta, ahora vamos a ver entre todos si completamos un balance de resultados, y somos capaces de enseñar que nos acordamos de todo lo otro de lo que no quieren hablar, pero que tenían prometido. A una por comentario, a ver hasta donde llega el río….